Crias Humanas, como en la naturaleza los animales ponen a sus crias a salvo transportandolas por el pescuezo, nosotros deberíamos hacerlo para ensordecer los inicios de esta nuestra ruidosa sociedad, empezando por la prole.
Tu y yo no somos amigos. Somos dos que por circunstáncias de la vida, hemos solapado nuestro camino, una pequeña porción de nuestra vida. Ha sido como acompañantes de un mismo vagón de un recorrido ferroviario. Pero como es sabido todo tren llega a su estación, y todo barco a algun puerto lejano.
Al final de todo, he de reconocerlo. Tenias razón. Solo somos eso que digiste -dos conocidos de vista.
Me sentí infinitamente inseguro, y tuve que mirar hacia abajo. Vi entonces cuál era el origen de aquella conmoción. Era mi pierna (o, mejor dicho, aquel chisme, aquel cilindro liso de tiza que me servía de pierna, aquella abstracción de pierna blanco tiza). El cilindro había pasado a tener cientos de metros de longitud, no era cuestión de dos milímetros; de pronto era grueso, luego delgado; se inclinaba hacia un lado, después hacia el otro. Cambiaba constantemente de tamaño y de forma, de posición y de ángulo, y los cabios se producían a un ritmo de cuatro o cinco segundos. La gama de transformación y de cambio era inmensa: podía haber mil cambios entre <> sucesivas.